sábado, 1 de octubre de 2011

“En el universo hay miles de personas, solo una puede transformarse en algo inolvidable quizás, eso es algo muy parecido al amor…”

Puede llamarse nostalgia, puede llamarse ser tonto. Tiene un nombre, depende del contexto. Hay veces que pasan los años y es inevitable olvidar, a tal punto de esperar encontrártelo/la en cualquier lado, en cualquier hora a cualquier lugar. Es loco pensar que desde lejos, todos se parecen a él/ella. ¿Estoy loco? No, enamorate o tratá de obsesionarte con alguien por mucho tiempo y sumale a la mezcla un afecto profundo. Vas a ver que tengo razón…
Pero por otro lado, hay veces que hay que seguir, no todo se encierra en una persona. Es ahí donde aparece el impedimento de nuestras cabezas, de no querer centrarnos en la realidad. Dónde lo poco que vemos hacía el pasado son buenas cosas y nos enamoramos solo de eso.
En pocas palabras, lo que pase es cuestión de un mundo de dos. Si la relación da para un poco más lo conveniente es ir por lo que querés: “Jugársela y no quedarse de viejo pensando que hubiese sido si no lo intentaba.” De lo contrario, es hora de mirar para adelante, no buscar sacar un clavo con otro PORQUE NO SE PUEDE. Ni siquiera fingir un nuevo estado, ni hacer creer a los demás que todo está bien cuando por dentro uno está muriéndose. Lo mejor es seguir, tal cual es uno, sin perder la esencia, ni dejarse llevar…

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